viernes, 26 de abril de 2013

¡Escribe y alimenta el alma!

Pasa que me tiembla el pulso y se me corta la voz, que se me caen las pestañas al suelo si te pienso sin querer. Pasa que te sueño y te siento, y te haces dueño de mi ser, apareces de la nada y amenazas con volver. Y vuelves... permanente condena de la que soy presa sin querer.
No te olvido, lo siento. Y mira que lo intento, expulso lo que llevo dentro y me desahogo en el papel... porque me escucha, porque me entiende, porque asiente y se que si alguien se entera... ha sido el. Mi fiel amigo, mi eterno cómplice, al que escupe la pluma y me hace enloquecer.



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